Ottawa, 8 jun (PL) Con un fuerte operativo policial, las autoridades canadienses desalojaron a grupos de manifestantes que protestaban contra la realización de la Cumbre del Grupo de los Siete (G7), en la ciudad de Quebec.
La organización Red de Resistencia Anti-G7, que dirigió las demostraciones de este viernes declaradas ilegales por el gobierno local, aseguró que la agenda del evento internacional tiene un carácter «imperialista, colonialista y contraria al medio ambiente».
Directivos de la entidad dijeron a medios de prensa que los objetivos de esta cumbre no es resolver la catástrofe climática que se aproxima, sino «mantener la hegemonía de las naciones integrantes del G7 sobre nuestro planeta que se desmorona».
La agenda puede sonar como progresista, pero la experiencia demuestra que estos bellos discursos no traerán ningún beneficio, añadieron.
Los manifestantes repitieron sus consignas, marcharon por las calles de la ciudad de Quebec y bloquearon el tráfico, por lo que la policía los exhortó a abandonar la marcha lo antes posible o debían enfrentar acciones represivas de respuesta.
Unidades especializadas desalojaron a quienes impedían el paso por un camino que conduce a La Malbaie, unos 140 kilómetros al nordeste de Quebec, sede de esta reunión de dos días.
Los participantes en la protesta tuvieron que abandonar el lugar ante la presencia de centenares de miembros de las fuerzas del orden que contaron con el apoyo de helicópteros y vehículos blindados.
Líderes de los manifestantes mostraron su satisfacción a los medios porque a su juicio lograron el objetivo de cerrar las principales oficinas públicas y muchos negocios en la ciudad de Quebec, ante el temor de sus responsables de que tuvieran lugar acciones violentas.
La cita de los dignatarios comenzará oficialmente este viernes con la asistencia de líderes de Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y el Reino Unido.
Según fuentes oficiales, el primer ministro Justin Trudeau tiene previsto reunirse esta tarde con el presidente estadounidense, Donald Trump, cuya presencia centró en los últimos días los debates sobre el cónclave y según expertos sería un motivo adicional para la realización de otras protestas populares.
El gobernante anunció el 1 de junio pasado la imposición de tarifas a las importaciones de acero y aluminio, y como represalia Canadá, al igual que otras naciones afectadas, respondió a esta medida con el establecimiento de aranceles similares a una amplia gama de mercancías procedentes de Estados Unidos.